15 feb 2011

El canto de cisne de director defraudado.

El pasado Domingo, a eso de las 22:00 de la noche, comenzaba la XXV edición de los premios Goya de la academia de cine español.


Una edición donde parecía que las películas ocupaban un lugar secundario, cediendole el trono a la polémica "Ley Sinde", a sus defensores y a sus detractores. Los premios arrasaron en audiencia, Alex de la Iglesia, tal vez de manera indirecta, con su dimisión y todo lo que ello conlleva (Y por supuesto todos los motivos que lo habian arrastrado a tomar esa postura) volvió a conseguir poner la ceremonia en casi todos los hogares españoles, porque ¿Quién querría perderse el cara a cara entre la ministra de cultura y el, todavía, presidente de la academia de cine? Ya sabeís, el cotilleo es deporte oficial español (Solo teneís que ver las audiencias diarias y ver que programas estan en la cumbra del box).
Durante toda la entrada de estrellas al palacio real (marco incomparable para celebrar el cuarto de siglo de estos premios) el ambiente fue bastante tenso, aunque educadamente tapado. Hasta el momento cumbre de la noche.

El momento en el que Alex de la Iglesia dió su último discurso como Presidente de la academia.
El momento en el que la ministra de cultura, González Sinde, tuvo que callar y sonreir.
El momento en el que vimos la lorza papadil de Leire Pajín.

Esto es lo que ocurrió (Con una voz al más puro estilo "trailer de pelicula americana"):



Gracias Álex por habernos hecho darnos cuenta que la academia de cine tiene presidente todo el año, y no sólo cuando da el discurso anual. Gracias por dialogar e intentarlo. Eres y serás "El Presi" del cine español.

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