No voy a gastar mucho tiempo en escribir sobre esta película. No por odio, si no por algo peor. Porque no hay mucho que escribir.
De sobra por todos es conocido el mito del hombre lobo, ya sabéis, maldición, balas de plata, colmillos afilados, etc...
Joe Johnston (Director de una de las mayores ruinas que yo me he encontrado en una sala de cine, “Parque Jurásico III”, o como crear un móvil resistente a los jugos gástricos de un lagarto de 4000 toneladas) consigue una ambientación bastante acertada, que recuerda (tal y como nos repitieron 100 veces en su promoción) a las antiguas películas de la productora Hammer. Con un Benicio del Toro, que ya sin maquillaje parece un Lobo, una Emily Blunt es su correcto sitio, y un Anthony Hopkins que parece interpretar de nuevo al Van Helsing que tiempo atrás le dio Francis Ford Coppola. Destacar a Hugo Weaving, que encarna al detective que investiga las atroces matanzas. Un actor que siempre destaca en sus papeles secundarios, y lo borda en sus principales (Aunque sea con careta como hizo en V de Vendetta).
El maquillaje del señor Clive Barker no esta nada mal, aunque en los tempos que corren, se ven claramente empapados por unos Fx, que siento que en algunos momentos cantan un poquitín mas de la cuenta (Aunque me quito el sombrero ante las transformaciones, la inicial y la que sucede ante los expertos en medicina).
Y os preguntaréis ¿Y entonces que falla? Pues, amigos míos, falla lo más importante. El guión. Un guión enclenque y soso, con momentos realmente absurdos (¿Quién se cree esa historia de amor? De “Hola, soy tu cuñado” a “Hola, no puedo dejar de pensar en ti” en dos secuencias).
La película ha estado durante años dando vueltas por estudios, con retrasos de estrenos, caídas de actores, etc…Estos imprevistos, siempre en esa delgada línea entre la verdad y la falsa publicidad, hacen crear expectativas sobre ciertos productos. Por ello, luego la decepción es mayor. En este caso eso se ajusta al 100%. Cuando una película empieza bien, pero acabas pensado “¿Por qué hay dos lobos haciendo ballet, y saltando como si esto fuese Matrix?” es que algo no va bien.
Como nota fuera de lugar, un gigantesco grupo de “chonis y garrulos” poblaban la última fila del cine, y ahí me di cuenta de una de las taras de mi querida ciudad. (Además de tener un nuevo recurso actoral para cuando interprete a un asesino en serie), ¡Cines en V.O.S. en Murcia ya!
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