Salía yo de mi casa esta tarde para despejar mi embotada cabeza, a pasear tranquilamente por el paseo de Prado cuando de repente algo atrajo mi curiosidad. Justo al pasar por la parada de metro de “Atocha Renfe” observo la siguiente escena. Tres guardias de Prosegur empujan a un señor de claros rasgos sudamericanos y evidentes muestras de haber bebido ligeramente más de la cuenta fuera de las escaleras que conducen al metro mientras tienen mas o menos el siguiente diálogo:
Prosegur 1: “Te he dicho que te calles y te vayas”
Señor: “Ogye, tu arg mi no me toquesssss”
Prosegur 1: “Vete a bajar la borrachera”
Señor : “Tened cuidado conmigo, soy un tipo peligroso”
Mientras decía estas palabras, se metía la mano dentro del bolsillo de la chaqueta. Al ver la reacción de los guardias de seguridad intuí que no era, en absoluto, peligrosa, pero lo que me pareció absolutamente tronchante fue lo que ocurrió después. El señor ecuatoriano sacó su “dedo-pistola” el cual disparó contra los guardias al sonido de “PUM, PUM y PUM”, literalmente.
¿Era realmente este señor una reencarnación sudamericana de Walt Kowalski, protagonista de Gran Torino? ¿Es posible que el espíritu de Clint Eastwood haya poseído a este hombre, aún sin haber muerto? Es más ¿Empezaran a aparecer bandas callejeras de “niños gansta” con sus “dedo-pistola” del calibre 45?
Nunca lo sabremos.
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